Nebulosas, cenizas e iglesias
Ya de vuelta en SCLC y con una tacita de café del que me trajo Maria del Carmen de PNS - aromático, suave y tostado medio - reflexiono de la experiencia de la asamblea de las IBPR.
No puedo menos que dar gracias a todos/as por el amor y el sentimiento con el que me acogieron. Soy del tipo abrazadora y me renovaron los cientos (literal!!!) de abrazos que recibí. Definitivamente mi pueblo es un pueblo que le gusta tocar y sentir en la piel la pertenencia de los que ama.
Hablando de la predicación, saben que me faltó darle mas detalles en algunas partes. Sé que todo ser humano es selectivo en las experiencias, palabras, y eventos que recibe diariamente. Los seres humanos organizan y le dan sentido a las experiencias desde el espacio de sus conciencias y bajo el manto de sus culturas. En términos generales, según Goffman esto es el "framing," el encuadre o marco del sentido. Ya que el sentido se da en la interacción comunicativa con los/as otros/as, siempre que termino una predicación, clase o conferencia; me pregunto y pregunto, ¿que habrá quedado? ¿que sentido le dieron mis hnos/as a estas palabras?
Ya que no tuve tiempo para hacer esta reflexión con algunos/as compañeros/as que me escucharon, siento que esto ya queda en el terreno de las nebulosas celestes.1
Así que solamente espero (no como en la espera de, sino como en la esperanza - not wait but hope) que algo haya quedado de la profunda preocupación que siento, ante la pérdida del discernimiento del bien y el mal. Me alegra y me mueve el corazón y el compromiso de las IBPR con la obra de Dios. Hay gente dando el todo para servir, para amar, para sostener la misión local e internacional. Sin embargo, me pesa profundamente lo que entiendo como carencia de pensamiento crítico de la realidad desde el cual la iglesia pueda discernir las muchas maneras en que los poderes contrarios al reino de Dios nos tienen entretenidos y todavía peor, colaborando con estos poderes.
Para dar un ejemplo; si la iglesia apoya a los deambulantes con comidas calientes, ¿eso es bueno? Yo creo que si. Sin embargo, en la medida que la iglesia no entienda las causas que en primera instancia empujaron (y digo empujar porque entiendo que la mayoría de las personas no están en la calle por voluntad propia) a este deambulante a la calle - económicas, políticas, sociales y culturales - y toma acciones proféticas y creativas en estos niveles de la estructura social; la iglesia se hace partícipe del sistema diabólico que precisamente produjo al ambulante en primer lugar.
Y pienso que la iglesia se hace partícipe porque por un lado, está aminorando la responsabilidad estatal y comunitaria de proveer a todo ciudadano/a, las bases para una vida saludable e integral (o sea falla en suplir lo necesario para cumplir con los derechos humanos - derecho y acceso al trabajo, y a un trabajo justamente remunerado, derecho al comercio justo, derecho a atención médica, derecho a la educación pública de calidad, etc.) Por el otro lado, también la iglesia falla en proveer las bases ético-morales que guíen las decisiones y políticas del estado, la economía y la sociedad en la búsqueda del bienestar comunitario.
Igual como en el ejemplo de la viña de Nabot (1R 21), era importante confortar a la viuda de Nabot (y me imagino que así lo hizo Elías, si ella existió - aunque no aparece en el texto) y proveer para su sustento; pero denunciar el egoísmo de la élite y los líderes que se confabularon contra Nabot y recibieron dinero a cambio de testimonios falsos; denunciar la injusticia y la apropiación ilícita del estado, también formaba parte del discernimiento del mal. El reino de Dios nos llama a hacer ambas cosas porque no podemos como iglesia de Jesucristo estar casados con nadie más, ni tener espacios nebulosos de arreglos políticos, económicos o sociales que nos impidan dar palabra profética.
De eso se trató el corazón de la predicación, de mirar con otros ojos, de entender la realidad que nos rodea - como oportunidad para revelar donde está el mal y sus acciones encubiertas (o sea traer las cosas a la luz) y como oportunidad para extender el reino de Dios creativamente aún en medio del caos. Realmente creo que la iglesia puede todavía levantarse a la expectativa del corazón de Dios. Si así lo hiciere, este será su mejor momento.
Hoy es miércoles de cenizas, un buen día para reflexionar nuestra finitud humana, nuestra vulnerabilidad, nuestro pecar. Pero también es día para pensar que en Jesús, el llamado de Dios para construir el Reino nos hace trascender esa finitud, quizás porque fuimos creados del polvo... ¿polvo de estrellas?
Bueno, se me acabó el café... hasta la próxima tacita.
1. Las nebulosas son enormes masas de gas y polvo condensado en el espacio que ocultan lo que está detrás de ellas. En estos espacios se forman las estrellas o quedan los restos de estrellas ya extintas.
No puedo menos que dar gracias a todos/as por el amor y el sentimiento con el que me acogieron. Soy del tipo abrazadora y me renovaron los cientos (literal!!!) de abrazos que recibí. Definitivamente mi pueblo es un pueblo que le gusta tocar y sentir en la piel la pertenencia de los que ama.
Hablando de la predicación, saben que me faltó darle mas detalles en algunas partes. Sé que todo ser humano es selectivo en las experiencias, palabras, y eventos que recibe diariamente. Los seres humanos organizan y le dan sentido a las experiencias desde el espacio de sus conciencias y bajo el manto de sus culturas. En términos generales, según Goffman esto es el "framing," el encuadre o marco del sentido. Ya que el sentido se da en la interacción comunicativa con los/as otros/as, siempre que termino una predicación, clase o conferencia; me pregunto y pregunto, ¿que habrá quedado? ¿que sentido le dieron mis hnos/as a estas palabras?
Ya que no tuve tiempo para hacer esta reflexión con algunos/as compañeros/as que me escucharon, siento que esto ya queda en el terreno de las nebulosas celestes.1
Así que solamente espero (no como en la espera de, sino como en la esperanza - not wait but hope) que algo haya quedado de la profunda preocupación que siento, ante la pérdida del discernimiento del bien y el mal. Me alegra y me mueve el corazón y el compromiso de las IBPR con la obra de Dios. Hay gente dando el todo para servir, para amar, para sostener la misión local e internacional. Sin embargo, me pesa profundamente lo que entiendo como carencia de pensamiento crítico de la realidad desde el cual la iglesia pueda discernir las muchas maneras en que los poderes contrarios al reino de Dios nos tienen entretenidos y todavía peor, colaborando con estos poderes.
Para dar un ejemplo; si la iglesia apoya a los deambulantes con comidas calientes, ¿eso es bueno? Yo creo que si. Sin embargo, en la medida que la iglesia no entienda las causas que en primera instancia empujaron (y digo empujar porque entiendo que la mayoría de las personas no están en la calle por voluntad propia) a este deambulante a la calle - económicas, políticas, sociales y culturales - y toma acciones proféticas y creativas en estos niveles de la estructura social; la iglesia se hace partícipe del sistema diabólico que precisamente produjo al ambulante en primer lugar.
Y pienso que la iglesia se hace partícipe porque por un lado, está aminorando la responsabilidad estatal y comunitaria de proveer a todo ciudadano/a, las bases para una vida saludable e integral (o sea falla en suplir lo necesario para cumplir con los derechos humanos - derecho y acceso al trabajo, y a un trabajo justamente remunerado, derecho al comercio justo, derecho a atención médica, derecho a la educación pública de calidad, etc.) Por el otro lado, también la iglesia falla en proveer las bases ético-morales que guíen las decisiones y políticas del estado, la economía y la sociedad en la búsqueda del bienestar comunitario.
Igual como en el ejemplo de la viña de Nabot (1R 21), era importante confortar a la viuda de Nabot (y me imagino que así lo hizo Elías, si ella existió - aunque no aparece en el texto) y proveer para su sustento; pero denunciar el egoísmo de la élite y los líderes que se confabularon contra Nabot y recibieron dinero a cambio de testimonios falsos; denunciar la injusticia y la apropiación ilícita del estado, también formaba parte del discernimiento del mal. El reino de Dios nos llama a hacer ambas cosas porque no podemos como iglesia de Jesucristo estar casados con nadie más, ni tener espacios nebulosos de arreglos políticos, económicos o sociales que nos impidan dar palabra profética.
De eso se trató el corazón de la predicación, de mirar con otros ojos, de entender la realidad que nos rodea - como oportunidad para revelar donde está el mal y sus acciones encubiertas (o sea traer las cosas a la luz) y como oportunidad para extender el reino de Dios creativamente aún en medio del caos. Realmente creo que la iglesia puede todavía levantarse a la expectativa del corazón de Dios. Si así lo hiciere, este será su mejor momento.
Hoy es miércoles de cenizas, un buen día para reflexionar nuestra finitud humana, nuestra vulnerabilidad, nuestro pecar. Pero también es día para pensar que en Jesús, el llamado de Dios para construir el Reino nos hace trascender esa finitud, quizás porque fuimos creados del polvo... ¿polvo de estrellas?
Bueno, se me acabó el café... hasta la próxima tacita.
Nébula del Caballo en Orión (tomado de Astronomy Picture of the Day). |
Me encanta lo que escribes y estoy de acuerdo contigo . Hasta que no hacemos un alto en nuestra vida tan ajetreada no nos damos cuenta de lo enajendos que estamos en seguir la corriente y en vez de solucionar situaciones para que no vuelvan a pasar nos conformamos con creer que hacemos un bien sin darnos cuenta que perpetuamos unas situaciones. Hoy me digo DESPIERTA y haz algo.
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